Cómo tomar una muestra de heces
Tomar una muestra de heces es algo que, sin lugar a dudas, a todos nosotros nos pedirán en algún momento de nuestra vida, porque es el medio más eficaz para diagnosticar ciertas enfermedades gastrointestinales, como parásitos, virus, bacterias, o cáncer. Es cierto que la prueba es molesta pero es necesaria, así que antes o después, tendrás que hacerla. ¿Quieres aprender a tomar una muestra de heces correctamente?
¿Qué necesitas para tomar una muestra de heces?
Para realizar una prueba de este tipo debes recoger antes una muestra de heces. Para ello necesitarás un kit para la recolección de heces, laxante (si eres estreñido), un vaso esterilizado y agua y jabón, para después.
Puedes necesitar tomar una muestra de heces por diferentes motivos, o a lo mejor es tu pequeño el que lo necesita. Vigilar el aspecto de las caquitas del bebé o el niño es fundamental y, aunque no lo creas, dicen mucho acerca de la salud de tu hijo. Por eso, si observas algo raro en sus deposiciones, o si consideras que no va al baño de manera regular, acude a tú médica, por si fuese necesario hacer un análisis. En casos como este, debes estar preparada para tomar una muestra de heces.
Pasos para tomar una muestra de haces
- En primer lugar, has de lavarte las manos con agua y jabón. La higiene es fundamental en situaciones como esta, tanto antes de la operación, como después de la misma.
- Abre el bote de recoger muestra y pasa el hisopo por las deposiciones, que habrás de hacer en una cuña o palangana, ya que si lo haces en el retrete, tendrás que recogerlo con algo para que no toquen el agua, lo cual no resulta demasiado cómodo.
- Si el objeto del análisis es averiguar si existe sangre oculta en las heces, tienes que frotar en diferentes áreas de las mismas, a un lado, al otro y por el centro. Y en el caso de que se trate de hacer un cultivo en busca de alguna infección, has de tomar un buen trozo fecal, no es suficiente con frotar, una prueba de este tipo requiere una muestra más grande.
- Cierra el bote y tira el resto de materia fecal por el inodoro. A continuación, lávate bien las manos con agua y jabón.
- Por último, cuida tu alimentación, y haz caso a las palabras de Hipócrates, el padre de la medicina, que sabiamente decía: sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento.
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